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Terminó la cosecha, una zafra que fue bastante buena en general en todo el país, salvo lugares puntuales, los rindes fueron iguales o superiores a la cosecha 2018/9. Comienza una nueva etapa, la de la comercialización del producto. Instancia compleja en la que el apicultor quiere sacarle, algo totalmente legítimo, el máximo rédito posible a lo cosechado. Un momento que siempre está rodeado de dudas: vendo-no vendo, vendo una parte, vendo todo? A ésa situación hay que agregarle al día de hoy la incertidumbre que genera la pandemia del Covid-19 y la crisis económica generada.

Hasta cuándo va a seguir la compra de miel no se sabe. Los grandes compradores de miel argentina están muy afectados por la enfermedad. En Estados Unidos, España, Italia, Francia y Japón están radicados los principales compradores e importadores de miel mundialmente hablando y los destinatarios del producto argentino.

Por ahora la compra-venta de miel para exportación no se ve afectada, los apicultores necesitan vender y los exportadores cumplir con los compromisos asumidos; pero de acuerdo a lo expresado por los principales actores no hay grandes movimientos, fundamentalmente por el valor del dólar oficial y la brecha que se ha producido con el dólar blue.

El precio oscila entre los 118 y 121para mieles claras, pesos dependiendo de la cantidad de tambores involucrados.

Sobre esta situación los apicultores expresaron lo siguiente:

Giovanella, ( Pcia de Córdoba) manifestó, “Intenciones de compra hay porque yo vendí hace un par de días y antes consulté por precio y plazos de venta a varios. Vendí a 120 pesos, para mí sigue estando barato si tenemos en cuenta que el dólar oficial está planchado en relación al  valor del paralelo y está barata en relación a los insumos que están caros. El comprador me dijo lo mismo, en algún momento se va a tener que acomodar un poco y la miel irá a aumentar. Sólo vendí algunos tambores”.

 Nicolás Foglizzo describió su situación de la siguiente forma, “Vendí a 118 pesos, tuve que hacerlo porque necesitaba el dinero, me falta cobrar. Con todo esto que está pasando no se sabe qué puede pasar. Poder vender y cobrar ya es un gran paso, después veo que hago con la plata. Sobre todo tuve en cuenta que la miel se exporta y al no ser un producto de primera necesidad pensé que se puede cerrar la exportación o no haber interés de compra, por eso vendí. Por experiencia propia sé que a veces uno espera porque ya va a aumentar, pasan los meses y las otras cosas sí aumentaron y la miel no. Puede subir uno o dos pesos o incluso bajar de precio pero nunca va de la mano de lo que aumenta el dólar. Más lo esperás, más perdés… Para mí es mejor cosechar y vender porque el precio de la miel llega a un punto en que no sube más”.

Juan K. también se expresó al respecto, “Se está comercializando, pero está todo tranquilo. El problema es la diferencia entre el dólar oficial, que es al valor que te pagan cuando vendés, y el paralelo que está casi al doble. El mercado internacional está complicado y yo no tengo la varita mágica pero esto de guardar y guardar la miel no sé hasta que punto es posible. Por más que esté barata por lo menos si se lo vendés y comprás cosas, sirve. Yo a los apicultores de la zona les recomiendo que se preparen para el año que viene y compren todo lo que puedan: cera, material, azúcar, tambores, combustible, remedios y almacenarlos. Somos todos apicultores viejos, estamos acostumbrados y tenemos una trayectoria de “aguantar” la miel, que en julio/agosto el precio sube, pero éste año menos que nunca se sabe qué va a pasar. El sector nuestro es antiguo y conservador, prefieren sentarse arriba del tambor y esperar, después el año que viene están desesperados porque las mieles tienen el HMF alto”. Y agregó,

“Hasta cuándo va a seguir la compra de miel no lo sabe nadie. EEUU y Europa están con pandemia, los mercados se van a caer y la miel no es el primer alimento que necesitan para comer. Tampoco nos olvidemos que ellos están esperando su propia cosecha. Todo lo que se está exportando es para cubrir las ventas anteriores al Coronavirus. ”El  precio oscila entre 120/121 dependiendo de la calidad y presentación”, finalizó Juan.

 Por su parte Raúl Putero indicó, “Se está moviendo poco, pero están comprando y los apicultores cuando necesitan venden pero se desvirtuó un poco la relación dólar oficial y paralelo y en este sentido estamos recontra perjudicados. Con todo este problema que estamos teniendo y la estampida del dólar, el que vende quiere cobrar enseguida. Están quienes ofrecen 118 a 21 días, esto no nos sirve, y otros 120 a siete días pero hay que juntar una cierta cantidad y en este caso el problema es que nadie quiere vender tanto.

La barrera de San Luis

La provincia de San Luiscerró, a raíz del Covid-19, sus fronteras y no permite el paso de vehículos menores, aunque sí el de camiones de carga desde y hacia la provincia de Córdoba. Este hecho perjudica a distintos productores, entre ellos los apícolas.  Son muchos los apicultores de la provincia de Córdoba que no pueden entrar a San Luis. Hay de Achiras, Sampacho y Río Cuarto, entre otros. No pudieron desparasitar ni alimentar, algunos dejaron un alza con la idea de volver en unos días y a pesar de haberlo intentado varias veces no lo pudieron hacer. El temor es que cuando puedan pasar encuentren las colmenas muertas.

Algunos, directamente no lo intentaron porque al no tenerlas declaradas no pueden cumplimentar los datos para tramitar el certificado de circulación y llegar a la frontera e intentar cruzar.  Hay gente que ha pasado en camiones de maíz, es decir encubierto.

 Al respecto Nicolás Foglizzo comentó su experiencia, “Está complicado, no se puede entrar con vehículos menores, sí con camiones. Yo no tuve muchos problemas porque cuando terminé la cosecha curé, volví a ir unos días antes que decretaran la cuarentena y habían hecho reservas, así que ahora tiran hasta fines de julio o principios de agosto sin ir a verlas, pero a  muchos se les complica porque tienen que curar y alimentar.