Diferentes consideraciones sobre la polinización

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Es fundamental conocer la curva de floración del lugar, como así también preparar las colmenas con anticipación.

Los insectos polinizadores, abejas principalmente, son responsable del 35% de la producción mundial de alimentos y del 90% de la polinización de la flora silvestre, y al respecto es importante destacar que al momento de preparar colmenas para brindar los servicios de polinización, los trabajos de manejo de las colmenas se deben iniciar con suficiente anticipación para llegar, en las mejores condiciones, a la hora de la floración, esto según un trabajo desarrollado por Gerardo Gennari del INTA que nuestro medio presenta en versión periodística.

Preparación de las colmenas A la hora de preparar colmenas para brindar los servicios de polinización es muy importante tener presente que deben ser aptas para realizar este trabajo. Para esto se requiere, además de conocer la curva de oferta floral del lugar en donde se trabaje, como dijimos anteriormente iniciar con anticipación la preparación de las colmenas.
En la cuadro N° 1 (presentado a continuación), se habla de las características que debe tener una colmena apta para realizar los servicios de polinización, o lo que sería el equivalente a lo que se conoce como colmena de categoría 1.

Es importante que las colonias cuenten con una reina de la temporada anterior, de buena genética, asegurando mansedumbre, tratando de minimizar de esta manera los accidentes producidos por picaduras, y además que asegure niveles elevados de postura y el sostenimiento de una gran población.
Al momento de ingresar al cultivo una colmena apta debe tener una población de 30 a 40 mil abejas, 2 o 3 cuadros de cría cerrada, 1 o 2 cuadros de cría abierta, adecuadas reservas de polen y miel y ausencia de enfermedades tanto de las abejas adultas como así también de la cría.
Como se conoce, el ciclo de cría de las abejas obreras es de 21 días, y al igual que cuando se preparan las colmenas para aprovechar un flujo de néctar en la incentivación temprana de las mismas, se deben anticipar las tareas, por lo menos, unos 40 o 45 días previos a la floración para asegurarnos la presencia de un gran número de abejas maduras en condiciones de pecorear.
Recordemos que, según los requerimientos de las colmenas, las obreras están en condiciones de pecorear entre los 22 y 45 días. Otro aspecto muy importante que al cual se le debe prestar atención es el hecho de que no es lo mismo colocar en un cultivo cuatro núcleos con 10.000 abejas, o una colmena de 40.000 abejas, dado que se va modificando el porcentaje de abejas afectadas a la tarea de pecoreo. En un núcleo, el 20% de la población total será el porcentaje de pecoreadoras, y en una colonia de 40.000 obreras llega al 50%. Esta diferencia se manifestará a la hora de visitar las flores y recolectar alimentos, siendo un kilo de miel lo que produciría un núcleo y 16 kilos los producidos por la colmena.
A igualdad de abejas, cuatro núcleos de 10.000 abejas producen un cuarto de lo que produce una colonia de 40.000 abejas, hecho que se debe a la diferente proporción de abejas que se desempeñan como pecoreadoras, que por otro lado son las responsables del servicio de polinización, tal cual se muestra en el cuadro Nº2.

Hay muchas diferencias en lo que respecta al manejo del servicio de polinización en cada cultivo en particular, como la determinación de los momentos de entrada y salida de las colmenas. También diferencias significativas del número de colmenas que se incorporan por unidad de superficie. Generalmente lo que determina éste número es, entre otros aspectos, la dependencia del cultivo a la polinización por insectos.  Este parámetro es la medida del nivel de impacto que la polinización realizada por un vector animal tiene sobre la productividad determinada de una especie de planta. Se clasifica, por disminución de la producción como:

Esencial (Disminución mayor al 90%)
Alta (90- 40%)
Moderada (40 – 10%)
Baja (menor al 10%)
Nula (no hay disminución)

Otros de los aspectos que determinan la cantidad de colmenas a utilizar son: la edad del cultivo, variedad y la densidad de siembra. Estos factores tienen relación directa con el número de flores por hectárea y la necesidad de polinizadores para que realicen el adecuado número de visitas para garantizar un buen servicio.
Es importante recordar, también, que entre los diferentes grupos de insectos polinizadores se establecen sinergias. Muchas veces se rompen estas interacciones positivas por falta de algunos recursos importantes, como los refugios de vegetación natural que aportan hábitats adecuados para los polinizadores silvestres, generalmente abejas solitarias (no sociales), y por otro lado garantizan variabilidad y disponibilidad de recursos forrajeros para sostener a las colonias tanto de abejas silvestres como manejadas.
En los monocultivos extensivos éstos recursos se reducen o se pierden, limitándose la actividad de los polinizadores. Para mantener los medios de subsistencia para los diferentes grupos de insectos beneficiosos se requiere prácticas de gestión reparadoras. En algunos casos se mantienen áreas de monte o pastizales naturales y, en otros casos, en lotes o fracciones que no se utilizan para los cultivos (bajos o esquinas), se siembran especies útiles para las abejas. Estos pueden ser pasturas, cultivos industriales como la colza o forestales.
Las principales causas que afectan a los insectos beneficiosos para los cultivos son la fragmentación de los hábitats, el uso o manejo negligente de las sustancias químicas agrícolas o efluentes industriales, los parásitos y las enfermedades, así como la introducción de especies de polinizadores exóticas.

Poniendo precios

Al momento de acordar precios por el servicio de polinización, en algunos casos, está estipulado y hay valores de referencia. En otros casos se logran distintos precios, o acuerdos, por la permanencia de las colmenas en el lugar para aprovechar otras floraciones posteriores.
Es importante que el apicultor tenga una trazabilidad (planillas) anotando todos los costos que le representan el adecuado manejo y preparación previa de las colmenas para brindar el servicio y de éste modo tener elementos para futuras negociaciones. Sin datos concretos no podemos negociar, y por otro lado, es necesario organizarse entre las asociaciones y cooperativas de productores para realizar negociaciones conjuntas y aseguramiento o control de la calidad de las colmenas que se utilicen para polinizar cultivos, de éste modo se le va a ir dando un marco más formal y ordenado a los servicios ecosistémicos de polinización.

Conceptos al momento de firmar contratos

A continuación se enumeraran una serie de conceptos generales que resultarán útiles a la hora de celebrar contratos de polinización:

  • Fecha aproximada de ingreso/s.
  • Horario de ingreso de las colmenas.
  • Persona que firmará la recepción conforme de la cantidad de colmenas asentadas en el establecimiento agrícola. 
  • Fecha aproximada del egreso.
  • Horario del egreso de las colmenas.
  • Persona que firmará el egreso conforme de las colmenas.
  • Entrega del Plano o croquis del establecimiento: se marcará sobre el plano la ubicación y cantidad de colmenas en el cultivo. Se recorrerá el predio y se observará la factibilidad de asentamiento en la finca.
  • Cantidad estipulada de ingresos a la finca para el manejo de las colmenas durante el período de polinización.
  • Nómina de ingresantes (apicultores).
  • Forma de comunicación entre las partes (teléfonos celulares, etc.).

Es importante destacar que el agricultor se debe comprometer a acondicionar los lugares de asentamiento de las colmenas colocando caballetes o pallets para garantizar que las mismas permanezcan sobre elevadas del suelo durante el tiempo que dure el servicio de polinización, a avisar con al menos con 72 horas de anticipación en caso de necesidad de aplicación de plaguicidas o ante cualquier actividad que se realice en el predio y pueda afectar a las abejas para que el apicultor retire las colmenas, y a emitir una constancia escrita (por duplicado) del ingreso conforme y del egreso conforme de las colmenas (una constancia quedará en manos del agricultor y otra del apicultor). La entrega de las colmenas se realizará contra comprobante de ingreso conforme.

Acciones permitidas y no permitidas

Se deben acordar las actividades permitidas al apicultor durante el lapso que dura la polinización  

  • Agregado de material: incorporación de cera estampada, cera labrada, alzas etc.
  • Alimentación energética y/o proteica para sostener las colmenas.
  • Reemplazo de colmenas que no cumplan con las condiciones exigidas (no aptas).
  • Realizar tratamientos sanitarios a las colmenas en el caso de requerirlos.
  • Revisiones para evaluar y sostener la calidad de las colmenas mientras dure el servicio.
  • Todas las acciones de manejo que impidan la enjambrazón de la colmena.
  • Ingresar y egresar las colmenas en los horarios donde las abejas no vuelan para minimizar el riesgo de picaduras (horario nocturno o madrugada).
  •  

También se establecen las actividades no permitidas al apicultor durante el lapso que dura la polinización:

    -Nucleado, paqueteado, sustracción de reina o toda acción que reduzca la población de la colmena.

    -Una vez instaladas las colmenas, volver a trasladarlas en el predio a corta distancia, a menos que haya sido acordado previamente, y el agricultor se haga cargo de los costos de traslado, en un primer momento a más de 5 km por 3 días y luego volver al mismo predio pero en otra ubicación (para desorientar a las colmenas), o reemplazo de las mismas por otras.

Se deben acordar las actividades no permitidas durante el lapso que permanezcan las colmenas en el predio, y que podrían perjudicar a las abejas, tales como:

  • Quema de neumáticos.
  • Riego de cualquier tipo sobre las colmenas.
  • Aplicación de plaguicidas sin previo aviso al apicultor para que retire o proteja las colmenas de los efectos del mismo.
  • Otras…