Pérdida de colonias
Suiza es para muchos una tierra rica en leche y miel, pero desde el año 2000, en Suiza y en el resto del mundo se ha visto una marcada e inusual disminución en el número de colonias de abejas.
“El enemigo número uno de las abejas es el ácaro Varroa”. Los apicultores al principio comenzaron a utilizar productos químicos para luchar contra los ácaros Varroa, pero esto creó problemas de resistencia; además, las sustancias también se encontraban en la cera de las abejas y en la miel. Los investigadores del centro rápidamente vieron este callejón sin salida y recurrieron a métodos alternativos, como el uso de ácido fórmico y oxálico. Y funcionó. “El uso de sustancias orgánicas ayuda a mantener los ácaros bajo control”, explica Jean-Daniel Charrière, un investigador de Liebefeld. “Pero se necesitan dedos hábiles y mucho compromiso”. Según Charrière, los apicultores de Suiza lo han imitado y más de tres cuartos de ellos están usando estos métodos en la actualidad.
Si bien en algunos años las pérdidas de colonias no fueron tan elevadas en Suiza, los registros muestran que en invierno, la temporada más crítica, las pérdidas alcanzan un promedio del 20%. Es el doble de lo esperado. Los ácaros Varroa no son los únicos responsables. “Se han propuesto muchas teorías, como por ejemplo las ondas electromagnéticas, pero no creo mucho en eso”. ¿Y los pesticidas? Desde 2013, se ha suspendido en Suiza el uso de tres tipos de insecticidas en los cultivos de maíz y colza. “Eso es bueno”, dice Charrière, pero por el momento no ha notado ningún impacto real sobre la salud de la población apícola local.
Han notado que las colonias tienen mayor resistencia en la altura que en las tierras bajas, las estadísticas también muestran que los apicultores con menos de diez colmenas sufren mayores pérdidas que los demás. También consideran que en este clima incierto, los métodos utilizados por los apicultores para manejar sus colmenas son más importantes que nunca. “Cuando comencé hace treinta años, solía visitar mis colmenas de vez en cuando y todo estaba bien”, recuerda Jean-Daniel Charrière del centro de investigación. “Pero esos días han terminado. Ahora hay que prestar mucha más atención a las colonias”.
