La Chaqueta Amarilla, un problema sin solución

Con la llegada de la primavera, vuelve a escena esta plaga exótica que afecta al sur de nuestro país.
Con la llegada de la primavera, se encienden las
alarmas en la Patagonia de nuestro país por la aparición nuevamente de la
Chaqueta Amarilla, una plaga exótica que se instaló en nuestro país hace ya
varios años y que es muy difícil de erradicar, pese a los esfuerzos que se
vienen realizando.
Puede atacar a las colmenas, por lo cual siempre puede llegar a tratarse de un
dolor de cabeza sino se la logra controlar y mantener vigilada.
Conociendo un poco más, es importante destacar que su nombre cientifíco es Vespula germanica y Vespula vulgaris, son especies altamente exóticas que habitan la Patagonia desde la década del ’80 aproximadamente. Éste insecto dominador se estableció en los últimos años en distintas partes del mundo, sin haber sido posible su erradicación.
La “chaqueta amarilla” es una avispa social con gran
flexibilidad para adaptarse a diferentes ambientes, condición que favorece su
éxito y reproducción.
Se trata de un insecto depredador oportunista y carroñero que varía su dieta a
lo largo de la temporada de actividad. En primavera y otoño su alimentación se
centra en hidratos de carbono y es frecuente verlas pecoreando flores y frutas.
En los meses de verano, la colonia demanda importantemente proteínas por lo que
se las observa sustentándose de otros insectos o de carne expuesta para el consumo
en actividades al aire libre.
Las colonias, generalmente subterráneas, están conformadas por una reina, miles de obreras o hembras trabajadoras y algunos zánganos, describiendo a los machos.
Pican y muerden
Son capaces de ambas cosas pues poseen mandíbulas poderosas y el aguijón conectado a la glándula del veneno. Sin embargo, la picadura es lo más frecuente y problemático. Sin embargo, al final del verano, se tornan más agresivas posiblemente por la combinación de señales externas e internas, que les indican el fin de su ciclo, la menor abundancia de alimentos (menos insectos, en especial larvas) y la mayor demanda del nido que comienza a producir reinas y zánganos. Otro dato a tener en cuenta es que el saco de veneno puede seguir disparando la sustancia unos minutos después de la muerte del insecto.
Ciclo de vida
Dado su hábito alimenticio, su flexibilidad
comportamental y sus sitios de nidificación, es un problema serio cada verano.
Existen diferentes habilidades que se pueden implementar para disminuir su
interferencia en nuestras actividades.
En la primavera es importante matar manualmente a las reinas, ya que, todos los individuos que observamos son reinas, y eliminar una reina significa tener miles de obreras menos volando. A fines de la primavera e inicio del verano se deben destruir todos los nidos que se encuentren; estos se observan como un orificio en el suelo del que entran y salen avispas en forma permanente.
Para ello, se coloca hormiguicida en polvo en la entrada del nido el cual es ingresado por las obreras al mismo. Otra opción es taponar la entrada al nido con un género embebido en combustible, el vapor que emana el producto será suficiente para eliminar a las avispas que se encuentren dentro.
Métodos de control
El control de las chaquetas no posee soluciones mágicas o instantáneas. Esto tiene mucho que ver con la complejidad biológica del problema, relacionados con hábitos de la especie, lugares donde nidifica y característica del ambiente).
Existen dos formas de reducir la abundancia de
avispas:
1) encontrando y destruyendo sus nidos.
2) usando cebos tóxicos.
La ventaja de los cebos tóxicos es que no es necesario encontrar los nidos, ya que las avispas obreras llevan el veneno hasta el mismo. Ambos métodos alivian el problema de la chaqueta amarilla localmente y sólo durante el verano en que se realice el tratamiento.
Estudios realizados demostraron que el uso de cebos tóxicos es la única herramienta eficaz para reducir las poblaciones de avispas a pesar de sus limitaciones. El principio subyacente del método es que las avispas forrajeras acarrean al nido el cebo tóxico, envenenando larvas y otras avispas presentes en el mismo antes de morir ellas. Varios tóxicos han demostrado ser efectivos en la reducción de la abundancia de avispas, pero no están libres de riesgos ambientales indeseados.
Sin embargo, a pesar de que se puede eliminar a todas las colonias de avispas presentes en el área tratada, esta puede ser reinvadida por otras avispas provenientes de las áreas adyacentes no tratadas. Por lo tanto, la reducción real en el número de avispas es menor.
El Laboratorio de Ecología de Insectos del INTA EEA Barilochepuso a punto un método de control sobre la base de un cebo preparado con un tóxico. Este veneno, es un neurotóxico que es efectivo en dosis muy bajas. Además, como es específico para insectos, es poco tóxico para vertebrados en general. El mismo está comercialmente disponible en la mayoría de los locales relacionados con la venta de venenos para insectos.
Características
Se la identifica por una línea continua
amarilla en su cabeza, debajo del ojo, y rombos negros en la parte dorsal del
abdomen, ambos rasgos observables a simple vista si se halla en reposo, como
puede verse en la fotografía.
Cuenta con un aguijón liso que no pierde al momento de picar, por lo que puede
atacar varias veces a su víctima. Su aparato masticador cuenta con mandíbulas
de gran poder triturador, por lo cual además de picar es muy común que muerda.
Suele nidificar en el suelo pero también se han encontrado nidos en huecos de
árboles y en viviendas familiares en zonas urbanas.
Al ser una especie carroñera su dieta es muy amplia, generando un fuerte impacto sobre la fauna local de insectos. El comportamiento agresivo hacia el ser humano se manifiesta si es molestada cuando busca alimento o cuando su nido es perturbado.
Forma nidos organizados en castas donde hay una reina, zánganos y obreras. Están siempre recubiertos por una pared de celulosa fabricada por las obreras mezclando sustancias procedentes de cortezas de árboles con su saliva.
