Incendio 2

La granja de la Asociación Sanjuanina de Productores Apícolas, ubicada en Alto de Sierra (Santa Lucía), ardió en la tarde de este martes 28 de abril. Unas 20 familias terminaron económicamente perjudicadas. 

Casi todo el predio de la Asociación Sanjuanina de Productores Apícolas quedó destrozado. Desde el sector dicen que las pérdidas fueron millonarias y evalúan cómo seguir después de 20 años elaborando miel en la provincia.

La misma congrega a 20 productores locales que trabajan de manera cooperativa en el bosque que ahora quedó prácticamente destrozado. Llevan 25 años trabajando en la elaboración de miel de la provincia en un terreno que tienen de forma comodato porque pertenece a la policía.

Augusto Prado es uno de los socios de ASPA, el mismo sostuvo que “el fuego se ocasionó dentro del bosque de casuarinas que tenemos dentro del predio, ahí guardamos los elementos de trabajo pero también habían colmenas con abejas de los asociados nuestros y la mayoría de los socios perdió todo el material. Pisos, cajas, techos, colmenas con abejas. La mitad del bosque quedó destruido», sostuvo a Tiempo de San Juan.

El siniestro duró más de 5 horas y fue necesario que intervinieran dotaciones de bomberos con más de 6 camiones trabajando en el predio. «Para colmo la cera de las abejas es un material re contra inflamable, por lo que no fue nada fácil parar el problema», agregó Prado.

El presidente de la asociación, Fausto Riveros, explicó que aún se desconoce el motivo de inicio del fuego, habrá que esperar hasta que terminen las pericias en el predio ubicado en Alto de Sierra. «Tampoco conocemos la cantidad de pérdidas, pero ronda el 90%, no quedó nada», expresó. 

El siniestro les llega en un momento difícil. «Con lo mal que estamos con el coronavirus, ahora se agrega esto», reflexionó Riveros; y continuó, «estamos en el cierre del año de venta de miel, y habíamos cosechado la cera de abeja, todo eso se fue, e incluso sirvió casi como combustible». 

El incendio hará empezar de cero a los productores apícolas, ya que ellos traen las abejas reinas desde Mendoza o Córdoba y comienzan a armar, de a poco, los panales. 

Sobre las abejas, Riveros indicó que una muy pequeña parte de los insectos escapó, el resto pereció en las llamas.