Importante caída en la producción de miel mexicana

Es necesario destacar que han sido tres años consecutivos con carencias para los apicultores, aunque vale la salvedad que este producto, en un buen año, genera ganancias considerables, pues la miel que se produce en El Mineral es una de las mejores del mundo y la que más se cotiza en el continente Europeo.
La sequía y el uso excesivo de pesticidas en la agricultura provocó que la producción de miel mexicana se desplomara, debido a que este año no hay floración suficiente para la alimentación de las abejas y ofrecerles alimento para que sobrevivan es muy costoso, en especial porque saben que no habrá producción que genere ganancias. “Se les da un estímulo con jarabe a base de azúcar y otros complementos que se asemejan al polen pero son elaborados con harinas; es carísimo y no habrá beneficio”, explicaron desde el país azteca en diálogo con la prensa.
Es importante destacar que han sido tres años consecutivos con carencias para los apicultores, aunque vale la salvedad que este producto, en un buen año, genera ganancias considerables, pues la miel que se produce en El Mineral es una de las mejores del mundo y la que más se cotiza en el continente Europeo.
En tanto, las ventas efectuadas en este año por los apicultores son reservas de 2018 y lo que sacan se invierte en alimento para las abejas a fin de evitar su muerte, por lo que deberán esperar a que comience una vez más la floración, aunque será difícil que sea en esta temporada, debido a que se avecinan las heladas.
Por otra parte, se enfatizó que la falta de lluvias provocó que las abejas no pudieran alimentarse de manera natural, por lo que muchas de ellas buscan flores en los campos de cultivo, pero los agricultores hacen uso desmedido de pesticidas, lo que provoca su muerte. “Los agricultores que sembraron maíz y tomatillo están metiendo mucho pesticida, lo que mata muchísimas abejas. Nos están dando en la torre a los apicultores, porque ellos salvan un tomatillo, pero con las abejas y con todos los polinizadores están acabando”, destacaron los especialistas.
La miel que actualmente se comercializa es multifloral, que es de cosecha de 2018, pero no por ello pierde valor, ya que es una de las mejores del mundo y la más cotizada en el mercado europeo.
Por último, se explicó que los procesos para poner en marcha una empresa exportadora son casi imposibles de cumplir, pues la burocracia que existe y el costo que representa no es costeable, ya que son apicultores pequeños. Se destacó que los compradores siempre deben fijarse en qué tipo de miel compran, porque hay mucha competencia desleal, principalmente la gente que trae carretillas en las calles, pues no es miel, si no un preparado a base de azúcar, ya que nunca se cristaliza.
Datos de Yucatán
La actividad apícola en Yucatán hay que considerarla con sus vertientes sociales, culturales, así como económicas, y analizar por qué no consideran a la apicultura de la península de Yucatán a pesar de que aporta 40 por ciento de la miel que se produce en el país y genera más de 38 millones de dólares en divisas que, por cierto, no llegan al apicultor.
Esta actividad está en manos de más de 13 mil apicultores, según los últimos datos del Inegi, que hay más de 300 mil colmenas y que no hay organizaciones productivas que agrupen a los productores.
Los datos oficiales muestra que el 90 % de lo
que se cosecha se exporta y según Aduanas el año pasado Yucatán exportó 12.308
toneladas de miel, que generaron 38.5 millones de dólares en divisas.
En promedio cada kilo de miel se vendió en tres dólares, unos 62 pesos el kilo,
y al apicultor se le pagó de 45 a 47 pesos.
Este año, Aduanas ha registrado de enero a octubre 9024 toneladas exportadas,
generando 21.5 millones de dólares en divisas, esto significa que en promedio
cada kilo de miel se ha exportado en poco más de 2.3 dólares, unos 45 pesos el
kilo. Se ha vendido a Alemania, Suiza, Reino Unido y Bélgica, entre muchos
otros.
Sin embargo, el apicultor de Yucatán que vendió su miel al comercializador
cobró de 18 y hasta 12 pesos el kilo en el mes de junio, el precio más bajo de
la historia.
En consecuencia, el año pasado muchos apicultores comenzaron a vender sus
cosechas por redes sociales o al pie de la carretera, decididos a no “mal
vender” sus cosechas al comercializador, logrando colocar el kilo en 100 o 120
pesos, que es el precio promedio al consumidor final en Yucatán.