Grave pérdida del Monte Nativo y polinizadores

La Cooperativa Apinoc (Apicultores del Noroeste de Córdoba), trabaja con la abeja nativa que representa también a los polinizadores silvestres, hay una mirada amplia: la abeja doméstica y nativa, nos dice Melisa Geisa, integrante de la misma.
“Todas las zonas que se han quemado en toda la provincia, cerca de 50 mil has., pertenecen a zonas amarillas y rojas de la Ley de Bosques y en distinto grado de conservación: algunos en muy buen estado y otros en recuperación. Hemos perdido la materia prima que usamos los apicultores de Monte Nativo para hacer miel y otros productos que además son de excelente calidad nutricional, reconocidos por la diversidad con que se elaboran en sabores, gustos y aromas. Las Apis mellíferas utilizan todos estratos del bosque. Las especies de mayor importancia, según estudios realizados por la UNC en las mieles, son las arbóreas y arbustivas. El fachinal, arbustal, bosque en recuperación, son muy importantes para la apicultura porque forman parte de las especies más importantes que visitan las abejas, además de los árboles, que es lo que cuesta recuperar de ahora en adelante en las zonas incendiadas”.
“Las abejas nativas buscan en todos los estratos, desde las herbáceas hasta los árboles. El apicultor necesita además de los cajones con abejas, el monte dónde producir. Esta actividad es cultural, simbólica, transgeneracional porque hace muchos años que se practica dentro del Monte Nativo de Noroeste de Córdoba. Está ligada a prácticas y conocimientos ancestrales de las comunidades que utilizan esta miel como medicina, además de alimento. Entonces lo que decimos es que, al perder los bosques, perdemos patrimonio natural, cultural y todo lo que tiene que ver con el desarrollo productivo, económico y ambiental de todos quienes vivimos en el monte, del monte y para el monte”.
Por el momento, la Provincia anunció subsidios. Una recomposición de dinero para recuperar herramientas y un plan de reforestación con plantas de Misiones, programado a 2 años y un total de 400.000 plantines que dividido en las 50.000 has afectadas dan un promedio de 8 plantines por hectárea.
“Esto no es suficiente para quienes vivimos del bosque. En cuanto a la recomposición de este hábitat decimos que hay que trabajar en red con las instituciones y especialistas de estos temas, que son los que saben cómo hacer y la mejor manera y por cierto la recomposición de la cuenca hídrica. Hay especialistas que sostienen que lo primero que hay que hacer es dejar que, el banco de semillas del lugar y de los bosques circundantes se instalen en los lugares quemados y rebroten. Realizar un diagnóstico de cada zona para después ver qué plan de reforestación hace falta en cada lugar. Tampoco es bueno traer especies exóticas de Misiones cuando tenemos viveros acá (Córdoba) y especialistas que saben hacer este trabajo. Queremos volver a tener los bosques porque por leyes nacionales y provinciales se impone la recomposición de esos bosques al estado anterior de los incendios”.
“También pensamos que podría haber un plan entre apicultores y la Provincia por el cual se colocarían colmenas en las zonas circundantes a los bosques quemados porque las abejas favorecen la polinización y formación de frutos y semillas y ayudaría a regenerar los espacios quemados. Todavía no hay nada certero”, agregó Melisa.
“La cuestión es entender que existen muchos otros polinizadores además de las abejas domésticas, por ejemplo, las abejas nativas y que se han perdido muchos nidos en esos bosques. Los bosques que están alrededor pueden tener nidos madres que van a ir polinizando y ocupando las zonas quemadas por eso es importante que el bosque quemado en pie no se saque. Por un lado, porque puede rebrotar después de las lluvias y porque puede ser refugio de nidos tanto de la abeja nativa como avispas y otros polinizadores. Dejar eso pensando en que vaya siendo habitado y con los diferentes componentes del bosque, entre ellos los polinizadores” finalizó.
“Todavía se está relevando el escenario, por los distintos organismos y no se sabe cómo van a bajar los subsidios y aportes. Nosotros (apicultores), por medio de la Mesa Apícola, estamos gestionando el aporte de material vivo y lo inerte (madera, azúcar y combustible para traslado de colmenas), ante la Subsecretaría de Agricultura familiar y el INTA, manifestó Rodolfo Sabaleta, apicultor y técnico apícola.
