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En Carolina del Sur, la aplicación por parte de las autoridades estatales del insecticida Naled para combatir a los mosquitos transmisores del Zika terminó con la vida de millones de abejas de un apiario de la zona.

“Nuestro negocio familiar quedó destruido por la fumigación aérea”, aseguraron los damnificados al respecto, y agregó que en total afectó a 46 colmenas.

La Unión Europea prohibió su uso en 2012, pero Estados Unidos lo utiliza desde 1959.

 

En Puerto Rico lo prohibieron

Puerto Rico, que padece una epidemia con casi 14.000 infectados con Zika, rechazó estas aspersiones.

Este pesticida es considerado por científicos y activistas como un severo neurotóxico que afecta el aparato respiratorio y el medio ambiente.

Especialistas señalan que no mata sólo a los mosquitos, sino que es tóxico también para las abejas, las mariposas, los peces y otros organismos acuáticos.