Sin-título-1

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Tras un otoño influenciado totalmente por las condiciones de “El Niño”, con lluvias excesivas en diferentes puntos del país y sus consecuentes inundaciones y/o anegamientos, el invierno presentará características similares, esto tomando como referencia un informe elaborado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y que nuestro medio presenta en versión periodística.

Debido al avance de la estación de invierno, se notará un correlativo fortalecimiento de los vientos del sudoeste, que producirán vigorosas tormentas cordilleranas, y cruzarán la Cordillera de los Andes, enviando masas de aire polar hacia las áreas agrícolas de los países limítrofes. Este proceso producirá un escenario climático con notables contrastes.

En principio se esperan, además, precipitaciones superiores a lo normal sobre el este del NOA, la Región del Chaco, el Nordeste, el norte de la Región Pampeana, el sur de Brasil y gran parte de Uruguay, produciendo lluvias muy abundantes, que contribuirán a mantener un elevado caudal de los grandes ríos de la Cuenca del Plata.

Este proceso contribuiría a que se sigan dando crecidas y desbordes de ríos, por lo cual debemos estar alertas.

Sin embargo, en algunas regiones del país como por ejemplo parte de la Región Pampeana y el centro y el este de Cuyo recibirán precipitaciones escasas.

Por otra parte, es probable que se presente un invierno con heladas intensas y frecuentes, que podrían extender su acción hasta llegar al sur de Bolivia y el sur del Paraguay, manteniendo este riesgo hasta mediados de la primavera.

Por último, y a modo de adelanto, hacia Octubre (inicio de la primavera) comenzaría el fenómeno de “La Niña”, aunque por el efecto residual de “El Niño” podrían reactivarse las precipitaciones en algunas zonas puntuales del Continente.