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Más del 90 % de la miel se exporta. El principal destino es Europa (Alemania, Francia, España, Gran Bretaña y Suiza), aunque también está intentando entrar en otros mercados como el chino o el de Arabia Saudita

Cuba se ha convertido en un paraíso para las abejas al tener una agricultura que no usa ni herbicidas ni pesticidas. El beneficio se extiende a toda la economía, ya que la miel se ha convertido en el cuarto producto agrícola que más divisas aporta, por encima del café o el azúcar.
Más del 20% (alrededor de 1.900 toneladas) de la producción total de miel ha sido certificada como miel orgánica. Desde que en 2001 se certificó por primera vez miel ecológica en la isla, el volumen visado no ha dejado de crecer.
Casi toda la producción de miel de Cuba, el 95% aproximadamente, se exporta. El principal destino es Europa (Alemania, Francia, España, Gran Bretaña y Suiza), aunque también está intentando entrar en otros mercados como el chino o el de Arabia Saudita.
Por otra parte, Cuba ha abierto una vía de cooperación con Alemania para analizar y testear las mieles y formar a sus investigadores. También buscan independizarse de los laboratorios extranjeros, ya que prácticamente todos los análisis de las muestras se realizan en la actualidad en Estados Unidos o Alemania.
Tampoco descuida otros aspectos como la reforestación con especies mielíferas que proporcionen un complemento a la floración silvestre.  De la importancia de la miel en Cuba deja constancia el hecho de que se ha convertido en el cuarto producto de origen agrícola que mayor beneficio da, por detrás del pescado, el tabaco y las bebidas, pero por delante del café y del azúcar, dos productos tradicionales de la isla caribeña.

Abejas saludables


Mientras en todo el mundo las abejas están desapareciendo no parece que en Cuba estén en peligro. La causa del bienestar está en que la isla mantiene el entorno natural relativamente limpio. Con la caída de la Unión Soviética terminó la llegada de abonos, pesticidas y herbicidas. Además, la falta de divisas y el bloqueo norteamericano impidieron entonces buscar suministradores alternativos.
Gracias a este entorno limpio, en Cuba hay censadas en la actualidad alrededor de 180.000 colmenas que producen de media de 40 a 45 kilos de miel al año. Las abejas están gestionadas por unos dos mil apicultores organizados en diferentes tipos de asociaciones.

Una política integral


Para que la miel pueda ser certificada y cumplir con los estrictos requisitos toda la cadena de producción se controla periódicamente. Cuba cuenta con dos plantas para el procesamiento de miel, en 2018, ambas plantas recibieron la visita de una comisión de auditores europeos.
Además de los aspectos productivos, Cuba cuida la investigación. Cuenta con el Centro de Investigaciones Apícolas (Ciapi) que se dedica a la mejora genética de las abejas, a certificar la calidad de la miel y también la de los propóleos y el polen. Este centro edita manuales de buenas prácticas, forma a especialistas y realiza investigaciones.

En números

En 2018, Cuba produjo 8.834 toneladas de miel, 1.300 toneladas por encima del plan previsto por la estatal Empresa Apícola Cubana (Apicuba), una cantidad pequeña si se compara con Argentina, el mayor productor de la región, que superó las 76 000 toneladas en 2017Apicuba, que tiene el monopolio sobre la comercialización de la miel cubana, paga a los productores un máximo de USD 1000 por tonelada de miel orgánica. Tiene unos 1660 apicultores, de los cuales un centenar están en proceso para certificar su miel como orgánica. “Por la tendencia que ha habido a la poca aplicación de productos químicos, pudiera decir que la miel de Cuba es casi toda orgánica”, dijo el biólogo Adolfo Pérez, director del estatal Centro de Investigaciones Apícolas de la isla. En el campo cubano, sin grandes riesgos ni amenazas, las abejas “gozan de muy buena salud”, afirma Santiago. “No usamos ningún tipo de químicos a la hora de fumigar los apiarios, de chapearlos (desherbar), ni antibióticos.  Aseguran que con la técnica del “panal trampa” -que atrae a la plaga y protege al resto de la colmena- han logrado “controlar” la varroa destructor, un ácaro convertido en la principal amenaza para la apicultura en el mundo.
 

Necesitan más recursos

Por decreto, todos los apicultores cubanos, con más de cinco colmenas, están obligados a vender su miel a Apicuba, que, a cambio, les da a precios subsidiados en combustible y equipos e insumos. Sin embargo, los productores consideran que necesitan más recursos para llevar adelante la actividad y de ésta forma poder crecer en la misma.
En cuanto a la mejora genética en la apicultura, esta comenzó en los años 80 de la anterior centuria, en 2013 se eleva e intensifica la labor en esta disciplina, con el fin de lograr abejas que cumplan los exigentes requisitos de calidad del mercado internacional.
Se ha invertido más de un millón de dólares en equipamiento de laboratorios, los cuales permitirán la certificación de la calidad por medios propios, servicio que viene realizando Alemania, el principal cliente, y por el que la Isla eroga anualmente medio millón de dólares.
 

Hacia una mayor diversificación

La apicultura cubana aspira a lograr ingresos anuales de entre 30 millones y 50 millones de dólares, en lo cual influye una mayor diversificación en la esfera por lo que es fundamental el crecimiento productivo.
Además de favorecer a la polinización, la apicultura aporta fondos exportables de gran aceptación en el mercado externo.
A las tradicionales ventas de miel y cera al exterior, se sumarán láminas de cera, jalea real, suplementos nutricionales, cosméticos, propóleos y sus derivados, bebidas, velas, bombones y producciones para la industria farmacéutica.
En estos momentos, además, la miel se destina como insumo para la producción de medios biológicos utilizados contra plagas, elaborados en Centros Reproductores de Entomófagos y Entomopatógenos.
Exportar la miel y sus derivados en envases de pequeño formato y no a granel es uno de los propósitos de la industria, al igual que obtener la cera y otros productos que permitan mayor valor agregado y ayuden al esquema financiero para realimentar el sistema productivo.
En el turismo se comercializan productos de la miel en 500 puntos de venta y en cuatro líneas aéreas, en las que se ofertan mini-dosis del dulce néctar.
Para ilustrar acerca del desarrollo de las ventas internas, Lázaro Bruno consignó que si hace unos años estas abarcaban 100 toneladas de miel, hoy el volumen asciende a más de 600.
Existe además una comisión gubernamental de apoyo a la promoción de productos de la apicultura, que trabaja en la cadena de la miel, estudio de mercados, envase y certificación.

Sin embargo, el potencial existente es mucho mayor, según estiman especialistas del Centro de Investigaciones Apícolas (Ciapi), para quienes es posible alcanzar de 10.000 hasta 15.000 toneladas anualmente en el futuro.