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La presencia de La Niña, se está haciendo sentir en la zona de mayor producción apícola. Hay lluvias escasas, lo que trae aparejado un retraso general del avance de temporada.

Las expectativas sobre la nueva cosecha son bastante reserva por parte de los apicultores. Si bien han transitado el invierno sin mayores inconvenientes y la primavera acompañó, la falta de agua se hace sentir. Los factores y pronósticos climáticos hacen que el productor sea más cauto a la hora de hablar de cosecha.

En general la cosecha de monte anduvo bien, en algunas regiones esperan una pasada más, pero en la pradera la situación, tal como la describen los consultados viene más atrasada, irregular y complicada, fundamentalmente por la falta de agua y amplitud térmica.   

Si a la noche no hace calor en nuestra pradera, la noche se consumen el néctar que entra, por el frío. Hay un radio de 40 km. En que las colmenas están muy golpeadas. Se levantan, se caen, no avanzan.

En la zona de Traslasierra, (Córdoba) el límite con San Luis, Villa Dolores contra el oeste, San Vicente arrancó tarde, pero con lindos rindes, entre 30-35 kg. y algunos un poco más. El monte anduvo muy bien, y quienes dejen las colmenas seguramente llegarán a los 50 Kg.

La pradera cordobesa (Villa María), viene más lento porque se están empezando a acomodar. Está un poco despareja, no hay acopio todavía. El año pasado había arrancado mejor.

En la zona de Río Cuarto (Cba.), están alimentando. Las colmenas salieron bien del invierno y el comienzo de la primavera vino bien, entonces las colmenas están grandes (súper colmenas), se han desarrollado bien. “Estaban bien desparasitadas y alimentadas para que sea una buena colmena y lo es, simplemente está cortada la entrada de néctar por cuestiones climáticas. La miel que habían hecho en la primavera temprana (fines de octubre), se la comieron y algunas están manteniendo la colonia y otras yendo para atrás. Hay algo de cría salteada porque al no tener para alimentar la reina dejó de poner”, detalló Putero.

Se habla de una cortada de néctar por el frío y falta de agua.

Ahora se les presenta un problema adicional porque las colmenas están con alzas y la preocupación es cómo alimentar y que después ese alimento no vaya a parar a la miel. “Tenemos que hacerlo a cuentagotas. No poner mucho para asegurarnos que se lo coman y no quede cuando empiece a entrar néctar (no sabemos cuándo) y parezca que estamos truchando miel”, redondeó el productor.

Desde el norte de la provincia mediterránea, Federico Chicco nos habla de una buena cosecha, tanto de algarrobo como de mistol, en la zona de Sebastián El Cano, mientras que en Porteña (al norte de San Francisco), todo está muy frenado por la falta de lluvias. “Hay que ver si con las lluvias de estos días empieza a activar”, expresó Federico.

Jorge Teloni, presidente del Centro de Apicultores de Ceres, en el centro-norte de Santa Fe, están en un período muy seco para lo que es la zona, están unos 350 mm por debajo de la media anual.  Los girasoles más altos apenas llegan al metro de altura y el 90% miden la mitad. Al trébol también le falta agua. En cuanto a la temperatura, hay días de mucho calor y amplitud térmica con respecto a la noche, lo que no favorece la actividad. “…la abeja mete néctar pero, si a la noche hace frío, lo consume. La abeja se apelotona y si le queda cría afuera se muere” agregó el productor santafecino.

Los productores consultados hablan de una cosecha muy inferior a otros años, los últimos 5 venían de cosechas de 50 kilos para arriba e incluso en algunos casos de 80 kg. promedios por colmena. Las colmenas vienen atrasadas en general, por lo que la mayoría piensa que a mediados de diciembre podrán empezar a sacar.  

Muchos apicultores de Ceres tienen colmenares sobre la zona de Santiago del Estero por lo que han tenido muchas dificultades ya que no podían cruzar a la vecina provincia desde marzo, debido a la pandemia, pudiendo hacerlo recién a mediados de noviembre.

En la zona del monte santiagueño la cosecha ha sido normal, entre 20-25 kilogramos. Lo que falló fue la multiplicación.

Algunos productores se encontraron con las colmenas sin abejas: “colmenas que no veía desde marzo y quedaron con 3-4 alzas de media, algunas estaban llenas de abejas y otras se habían ido, sólo había cría. Creo que pudo afectarlas la sequía y el calor”, sentenció Teloni.

San Cristóbal a sólo 70 km de Ceres presenta un panorama completamente diferente, allí están haciendo una buena cosecha de miel, al igual que al norte de Santa Fe,zona de Malabrigo, la mielada viene muy bien.

Hugo Macagno, San Guillermo (Santa Fe). Ahora, hay algo de miel, pero todavía está verde. Dentro de una semana a diez días se podrá empezar a cosechar.  Las lluvias han sido bienvenidas para pasar el estrés calórico que estaban sufriendo las floraciones de alfalfa en la pradera y del monte natural. Creo que va a ser un buen año, hay mucha floración en vista, todo va a depender del calor.

Muchos apicultores de Entre Ríos llevan sus colmenas al centro-norte de Santa Fe, los productores locales se sienten perjudicados y están trabajando con los municipios para el cobro un canon y así salvaguardar la producción de la zona.

En la Cuenca del Salado (provincia de Buenos Aires), las colmenas en general vienen bien. Hubo mucha demanda de suplementación energética, pero se ha podido llevar adelante la multiplicación de muy buena manera. Hubo alta demanda de reinas fecundas este año. Se espera que llueva así mejora un poco el campo, hace falta y mucha. El calor empezó hace unos 15 días. 

Material vivo

Los cabañeros coinciden en que hubo una mayor demanda de reinas fecundadas. Muchos apicultores empezaron a usar reinas fecundadas en lugar de celdas ya sea para reponer mortandad o hacer colmenas nuevas.

Antonio Fabro destacó: “Se vendió bastante celdas y reinas al principio, como siempre, no alcanzaba. Creo que es un año en que se vende mucho más por el precio de la miel. En este momento está un poco más calmo porque empieza la mielada en la zona donde yo vendo. Hay muchas reservas para febrero-marzo.

Precio

El precio se mantiene en alza, y lo que para muchos es un buen precio, otros consideran que está bajo para lo complicado que viene la cosecha.

Desde los distintos puntos del país los valore que manejan los apicultores oscilan entre 205-230 pesos, siendo el valor más alto para las mieles claras. En la zona de San Cristóbal (Santa Fe), se habla de unos pesos menos, el precio que gira entre los 208-220 pesos el kilogramo de miel de chañar, melilotus, alfalfa, cardo.

“Los compradores están sondeando cómo viene la cosecha y en función a ello formando el precio. Están olfateando que la cosecha no viene muy bien. El monte, en algunos lugares anduvo bien, pero en otros de regular a mal, expresó un apicultor.

En este momento el que saca, vende para pagar los gastos de cosecha.