Suplementos energéticos y proteicos

Los alimentos que se pueden dar a las abejas son muy variables en sus contenidos nutritivos y también se debe considerar la finalidad de la alimentación.
Los alimentos que se pueden dar a las abejas son muy variables en sus contenidos nutritivos, de acuerdo al tipo de suplemento, conservación, calidad y región donde se consigan. Como fuente de energía se utilizan carbohidratos contenidos en alimentos como azúcar blanca o morena, glucosa, fructosa o miel procedente de colonias sanas, sola o adicionada con un poco de agua. En el caso de la fructosa, se recomienda fructosa al 55%. Como fuente de proteína se puede emplear harina de soya, levadura de cerveza, muy finamente molida y polen procedente de colonias sanas (SAGARPA, 2004). En función del mercado, hay que tomar en cuenta el tipo de alimento, ya que destinos como la Unión Europea, ponen restricciones a ciertos productos, como los modificados genéticamente, por ejemplo. Lo cual puede significar el cierre de una oportunidad de exportación.
El azúcar de mesa es considerada como el alimento energético más usual en la apicultura, sin embargo, en opinión de varios apicultores, la fructosa comercial en diferentes concentraciones (45%, 55% o hasta 90%), da muy buenos resultados en la alimentación de las abejas, las estimula bien y no genera mucho pillaje debido a que casi no tiene olor.
También es importante mencionar que las abejas tienen un proceso digestivo particular, ya que tienen dificultad de digerir algunos nutrientes, como las grasas o los minerales. Por tal motivo se recomienda que la leche en polvo sea descremada. En este sentido se recomienda que, al usar levadura de cerveza, sea desamargada, para mejorar la palatabilidad y, en consecuencia, evitar el rechazo.
Existen varias formulaciones comerciales de alimentos para abejas, y también se han hecho muchos trabajos de investigación, probando diferentes formulaciones para evaluar.

Preparación y administración de la alimentación artificial
El lugar donde se preparen los alimentos para las abejas (jarabes y/o suplementos proteicos), deberá cumplir con las normas básicas de seguridad e higiene, tales como: limpieza, ventilación e iluminación, y estar libre de contaminantes químicos, biológicos o de otro tipo. Asimismo, la preparación de los alimentos, ya sean líquidos o sólidos, debe ser cuidadosa, para evitar la contaminación de la materia prima.
Los equipos y utensilios que se utilicen en la preparación de los alimentos deberán facilitar la limpieza, por lo que deberán ser de materiales lavables y eventualmente se deberán desinfectar.
En los equipos para cocción de los alimentos, no deberá usarse petróleo o diésel. Ya preparados los alimentos, y hasta su administración a las colmenas, se deberán mantener en un lugar limpio, fresco, seco y ventilado.
Formulación de los sustitutos proteicos
La formulación de raciones o dietas nutricionales para las abejas, implica que previamente uno debe conocer las características nutritivas de los alimentos que se tienen disponibles para elaborar una dieta, y luego hacer los cálculos necesarios para llenar las necesidades nutritivas de estos súper organismos, que son las colonias de abejas, con esos alimentos disponibles.
Existen varios métodos de formulación de dietas, desde muy simples hasta muy complejos, como: formulación por tanteo, cuadrado de Pearson, sustitución, ecuaciones simultáneas, vectorización y programación lineal. En esta ocasión trataremos un método que no es complicado y puede ser útil para calcular con lápiz y papel las proporciones de alimentos en una dieta para nuestras abejas, el cuadrado de Pearson.
Suponiendo que tenemos 4 diferentes ingredientes: harina de soya 45 % de proteína, polen seco 30 % de proteína, harina de maíz 10%, y harina de trigo 14 %. Para formular una dieta con 24 % de proteína, entonces procederemos de la siguiente manera:
Lo que nos indica que los porcentajes de cada ingrediente que debe llevar la fórmula, es decir, la fórmula que prepararemos llevará: 27.45 % de harina soya, 19.61 % de polen, 11.76 % de harina de trigo y 41.18 % de harina de maíz.
Una fórmula comúnmente recomendada es: harina de soya, levadura de cerveza y polen en proporciones 3:1:1, la cual se acerca al contenido proteico de la jalea real. Se pueden hacer porciones de 150 a 250 gr, envolverlas en plástico o en papel de arroz, y ponerlas en un recipiente limpio y hermético; y suministrarlo a las abejas lo más rápido posible para evitar su fermentación.
Cantidad y frecuencia de la alimentación de las colmenas
No existen cantidades bien definidas de alimentos que se le deben dar a las colonias de abejas, ya que esto está en función de varios factores a considerar. Entre ellos tenemos principalmente:
– La fortaleza de la colonia: Lo cual es importante, ya que mientras más población tiene una colonia más alimentos necesitará.
– Las reservas de alimentos: tiene suficientes reservas (por lo menos dos marcos con miel), quizás no haya necesidad de alimentarlas, mientras que las que no tienen reservas les urge que se le dé, y en buena cantidad, para evitar que su población decaiga.
–Objetivo de la alimentación: Si las alimentaciones se hacen con fines de mantenimiento no es necesario darle el alimento con mucha frecuencia.
Si la alimentación es estimulante, la frecuencia de alimentación debe ser mayor. La cantidad de jarabe recomendado es de medio litro por colmena, a manera de simular un flujo de néctar para que las abejas se estimulen. En el suministro de alimentos también se debe tomar en cuenta la época del año y las condiciones de la vegetación néctar polinífera de la región.
La administración de alimentos proteicos se realiza colocando las porciones de 150 a 250 gr de pasta (torta), envuelto en papel de arroz, papel encerado o plástico, sobre los cabezales de los bastidores del nido de cría.
Se debe tomar en cuenta que, en caso de colonias débiles, si se les alimenta en exceso, no se terminan el alimento, y eso provoca que se fermente y se eche a perder.
Es muy importante realizar la alimentación lo más rápido posible para evitar el pillaje en el apiario. En la medida de lo posible, se recomienda alimentar a las abejas por las tardes.