Campaña Solidaria

En tiempos difíciles, nada mejor que encontrar la mano amiga del colega para superar las dificultades. Es en este marco que la Asociación de Apicultores de Malabrigo (Santa. Fe), cuyos productores comparten el Nodo de trabajo en la Provincia con la Cooperativa Apícola San Javier, víctima de saqueos y destrozos, han lanzado una campaña solidaria para ayudar a sus miembros. A tal efecto solicitan a los productores de la zona el aporte de: reinas, núcleos, celdas reales, materiales y combustible para el posterior traslado de lo recabado.
“Han sufrido robos y perdido alrededor de 400 colmenas, no todo el material de madera, pero les han quemado marcos y murieron casi todas las abejas”, expresó a nuestro medio Antonio Fabbro.
La totalidad de los apicultores de zona de islas en torno a la ciudad de San Javier sufren el saqueo constante por parte de malvivientes que destrozan las colonias de abejas y roban la miel para luego venderla impunemente en el mercado informal de la cabecera departamental.
“La situación no es nueva, pero se acentuó a raíz de la cuarentena y la extraordinaria bajante del río que nos cortó los accesos por el agua hasta los apiarios”, sostuvo Carlos Michelloud, apicultor, asesor de INTA y presidente de la cooperativa local, quien el viernes descubrió 40 colmenas de su propiedad totalmente destruidas. El mismo día -relató- un colega reportó daños en 50 y en los días previos otro informó del ataque en un centenar de colonias.
Como él, la gran mayoría de los productores (son aproximadamente 10 con 5.000 a 6.000 colmenas en la isla) vienen padeciendo en las últimas semanas estos ataques que generan más daño estructural por la pérdida de material vivo, que económica por el robo de la miel. Michelloud relató que había dejado listas las colmenas para la invernada, con tratamientos sanitarios y una reserva de miel. “Si sacaran la miel solamente no sería tanto problema; pero sacan y tiran todos los marcos, te matan la colmena, te la destripan, incluso destruyen las cámara de cría, matan la reina y en muchos casos también les prenden fuego ”, detalló.
El técnico refirió que esta es la cuarta vez que le roban en el año, incluso mencionó que le han robado colmenas enteras. “Siempre en la isla es tierra de nadie, en la isla no se puede dejar nada” porque lo saquean. Pasa con salas de extracción, maquinaria o cualquier instalación.
“Esto viene de larga data, pero con la pandemia se acentuó porque la gente no anda; y también por la bajante del río, porque para llegar hay que caminar muchísimo y ellos aprovechan (que los apicultores visitan menos sus apiarios)”, explicó. Y sobre los responsables afirmó: “es gente de la zona”.
Están vendiendo miel en botellas de vino; la venden sin etiqueta en los barrios y en algunos negocios también. Incluso aseguró que las promocionan en redes sociales. “La están vendiendo a $ 70 que es re barata y entonces se la compran fácil”. Hoy el precio de la miel convencional a granel ronda los $ 120 el kilo, pero en su caso -cuenta con certificación orgánica- ese precio asciende a $ 150, lo que hace aún más cuantiosa la pérdida. Sólo en las 40 que encontró destruidas el viernes, Michelloud estimó un daño aproximado de $ 150.000 entre material vivo, estructuras y miel.
Pero además los previno de posibles daños a la salud, ya que en esta época del año las colmenas fueron tratadas con acaricidas para pasar el invierno y la miel no es apta para consumo, de acuerdo a la publicación de El Litoral.