Propoleo

Existen diferentes formas de clasificar al propóleo; la más común comprende dos grupos: el propóleo de zonas templadas o “propóleo de álamo”, producido por abejas a partir de exudados de árboles de álamo y el propóleo de zonas tropicales, donde las abejas utilizan las resinas y/o exudados de fuentes botánicas diversas, e.g. plantas del género Clusia L.  (Clusiaceae) en Cuba, Venezuela y el norte de Brasil, plantas del género Macaranga Thouars (Euphorbiaceae) en la regiones africanas y del Pacífico, plantas del género Dalbergia L. f. (Fabaceae) en Nepal, y la especie Baccharis dracunculifolia DC. (Asteraceae) en la región sureste de Brasil.

Recientemente se ha propuesto la aplicación de patrones quimio-geográficos para la clasificación del propóleo en cinco tipos, donde el propóleo tipo I se reporta de climas templados (Oeste de Asia, Europa y Norte América), su principal fuente botánica es el exudado resinoso del árbol de álamo (Populus nigra L.) y sus principales componentes son flavonoides; el tipo II es el llamado propóleo verde brasileño, su principal fuente de resinas es Baccharis dracunculifolia y contiene principalmente fenil propanoides prenilados; el tipo III se encuentra en Cuba y Venezuela donde la principal fuente de resinas proviene de flores de especies del género Clusia y contiene principalmente benzofenonas preniladas; el tipo IV es encontrado en regiones del pacífico como Taiwán y Oceanía, por lo que también es designado como tipo “pacífico”, deriva de exudados de los frutos de Macaranga tanarius Müll. Arg. y sus componentes principales son geranil flavanonas; finalmente, el propóleo tipo V se ha reportado en Grecia, Creta y Turquía, y contiene principalmente diterpenos presentes en resinas y exudados de especies de la familia Cupressaceae.

México, a pesar de ocupar el octavo lugar a nivel mundial en producción de miel, no figura en esta clasificación dado que la información acerca de la composición química y la actividad biológica del propóleo colectado en México, incluyendo la península de Yucatán, es limitada y, en algunos casos, inexistente. A pesar de la infraestructura apícola con la que se cuenta en la península de Yucatán, el potencial económico del propóleo como producto apícola importante no ha sido, hasta ahora, reconocido en la región y en el país. El conocimiento de la composición química y las propiedades biológicas de los propóleos en México, y en particular en la península de Yucatán, permitirá establecer la importancia de un producto de las abejas que, hasta ahora, ha sido poco aprovechado.