Residuos de plaguicidas en láminas de cera comercializadas en España en 2022

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En la Tabla 1 se presentan los resultados de las analíticas de plaguicidas en 13 muestras de láminas de cera estampada comercializadas en España en el año 2022 (FOTO 2). La recogida y la financiación de las analíticas fue asumida por la Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas COAG. La metodología analítica se basó en la espectrometría de masas (MS/MS) combinada con cromatografía líquida o de gases.

La elección como muestras representativas de las láminas de cera comercial se debe a dos razones básicas. Por un lado, las láminas de uso apícola se suelen fabricar con la cera aportada por multitud de apicultores, principalmente a partir de la cera obtenida del reciclado de panales viejos, ofreciendo una visión amplia del estado de la cera en una región concreta. Por otro, las láminas estampadas representan la mayor fuente de cera apícola utilizada por los apicultores a nivel mundial. Del análisis de los resultados de un estudio reciente realizado en España sobre analíticas comparadas de cera reciclada, láminas comerciales y sello, podemos extraer algunas conclusiones.

TABLA 1. Frecuencia y concentración de los plaguicidas detectados en 13 muestras de láminas estampadas comercializadas en 2022.

Los niveles de contaminantes presentes en la cera de los panales reciclados y en las láminas suele ser muy similar. Por el contrario, la cera de sello suele tener, como veremos más adelante, una carga de residuos de 3 a 5 veces menor. Por ello, se deduce que la fuente básica de cera para la fabricación de láminas de uso apícola es la cera obtenida del reciclado de panales viejos. De las 13 muestras que se incluyen en la Tabla 1 se ha calculado el valor medio para la concentración de cada plaguicida (se considera un valor 0 cuando no se detecta) y se incluyen los valores máximo y mínimo. El valor medio del número de plaguicidas detectados por muestra se aproxima a 9, siendo el valor mínimo de 4 y el máximo de 13. De los acaricidas de síntesis usados contra varroa, se han detectado el cumafos, clorfenvinfos, fluvalinato, acrinatrina y amitraz. En 9 muestras se detectan simultáneamente estos 5 acaricidas; en 3 muestras se detectan 4 de los 5 acaricidas y sólo el amitraz en una única muestra.

El cumafos sigue siendo el acaricida que presenta una mayor concentración, a pesar de que su comercialización en España está suspendida desde 2019 y su presencia en la cera ha caído drásticamente en los últimos años. Una buena noticia es que la concentración media del resto de acaricidas contra varroa está por debajo de 1 mg/kg. La incorporación creciente de tratamientos con acaricidas no de síntesis, como el ácido oxálico, puede influir directamente en esta disminución de la presencia en la cera de los acaricidas de síntesis antes mencionados. Por el contrario, la frecuencia de detección de estos acaricidas es todavía muy alta, en general por encima del 90% y representan casi el 90% de la carga total de plaguicidas en la cera comercial (Gráfica 3). Como contraste de estos resultados en las láminas de cera de uso apícola, se ha analizado una muestra de cera virgen de un enjambre natural en la que no se ha detectado ninguno de estos productos usados para el control de la varroosis.

El resto de los contaminantes detectados en las láminas estampadas de 2022 se corresponden con plaguicidas usados en tratamientos agrarios que son introducidos en la colmena por las abejas pecoreadoras, que con el tiempo pasan a la cera. En general, presentan una frecuencia menor que los acaricidas de uso apícola, pero algunos de ellos tienen una elevada toxicidad para abejas. Por ello, vamos a comentar los resultados en orden decreciente de toxicidad, por su posible impacto sobre el vigor de las colmenas.

De todos los fitosanitarios detectados, cabe destacar los piretroides por su elevada toxicidad para las abejas. La deltametrina es el piretroide más tóxico y, a pesar de haberse detectado sólo en una muestra, su concentración y toxicidad serían suficientes para rechazar esta muestra de láminas de cera por sus potenciales efectos negativos en las abejas. Los piretroides cipermetrina y permetrina tienen una frecuencia alta, detectados en 8 y 9 muestras respectivamente, además de tener una toxicidad muy alta para abejas. Los otros dos piretroides de uso agrario detectados, la teflutrina y la tetrametrina, presentan una toxicidad también alta, aunque algo menor que los anteriores, pero su frecuencia es mucho más baja. En conjunto, los piretroides detectados en estas muestras suponen un elevado riesgo para las colonias que puedan recibir estas láminas de cera.

Contribución de cada uno de los plaguicidas detectados a la carga total de contaminantes.

El clorpirifos, un organofosforado de uso agrario se detectó en 5 de las 13 muestras. Este insecticida es un contaminante habitual de la cera y el polen, como lo revelan multitud de estudios. Debido a su amplio uso en una gran variedad de cultivos y a su elevada toxicidad, es uno de los principales agroquímicos detectados en las abejas muertas por intoxicación aguda en colmenas situadas cerca de cultivos. A pesar de que el uso de esta materia activa ya no está autorizado en la Unión Europea desde enero de 2020, todavía está presente en la cera de abejas.

Se han detectado tres agroquímicos no autorizados en la UE, catalogados como muy peligrosos para el medio ambiente y por su toxicidad para humanos, el HCH en una muestra (hexaclorociclohexano), la propargita en una muestra y el paratión en dos muestras. Aunque no podemos saber cómo han llegado estos plaguicidas a la cera, su detección es un suceso muy preocupante que convendría desentrañar.

El pentacloroanisol es un metabolito del pentaclorofenol (PCP), detectado en 6 muestras. Se usa como preservativo de la madera y, presuntamente, aparece en la cera por el contacto con la madera tratada de las colmenas. También se ha usado como plaguicida en general, como desinfectante y como ingrediente de pinturas. Como se ha comentado anteriormente, se ha detectado en la cera en otros países y su mayor peligro es su elevada toxicidad para mamíferos y por su lenta degradación en el medio ambiente.

Uno de los ingredientes más comunes en los repelentes de insectos, el DEET, se detecta en 8 muestras. Hay una gran cantidad de productos de uso doméstico que usan esta sustancia, por lo que su aparición en la cera puede deberse a la aplicación de este producto en forma de aerosol en las instalaciones apícolas o en las empresas que procesan la cera y fabrican las láminas estampadas. Así puede haber ocurrido en las detecciones de este contaminante en la cera de otros países, como ya se ha comentado. Si esto fuera cierto, se debería ser más cauteloso con el uso de estos productos en instalaciones relacionadas con el procesado de la cera de uso apícola.

El fitosanitario más frecuente es el butóxido de piperonilo, que se detecta en 10 muestras. Es un potente sinérgico de plaguicidas, pero con una toxicidad para abejas relativamente baja. Este producto es muy usado en agricultura y aparece también en otros estudios analíticos de la cera de abejas.

Por último, se han detectado 3 fitosanitarios del grupo de los fungicidas. El propiconazol es el más ubicuo, detectado en 9 muestras; el difenoconazol y el azoxistrobin sólo se detectan en una muestra. A pesar de que su toxicidad para abejas es baja, un efecto colateral podría ser la alteración de la microflora natural del polen almacenado en los panales, necesaria para su óptima transformación en pan de abeja, nutriente esencial de las abejas.

Autores: Fernando Calatayud Tortosa Enrique Simó Zaragoza.