Miel cultivada

Mientras la población mundial de insectos melíferos disminuye de forma dramática, dos hermanos tienen una tecnología para cultivar el producto en un laboratorio. La startup Bee-io de Israel que ya produce miel sin abejastiene como objetivo resolver este problema complicado desvinculando la producción de miel del trabajo principal de polinización de las abejas.
La compañía produce miel cultivada imitando el proceso natural de las abejas. El néctar recolectado de las plantas se filtra y se inserta en una máquina de biosíntesis donde se mezcla con enzimas específicas y se evapora, lo que da como resultado la miel.
Las enzimas se producen mediante un proceso de fermentación, lo que hace que el producto de Bee-io sea verdaderamente vegano.
La miel de Bee-io tiene las mismas vitaminas, minerales y antioxidantes que la “real”, pero sin los aditivos antibióticos.
“Debido a que podemos elegir de qué plantas y flores hacer la miel, podemos establecer el sabor. La naturaleza no puede hacer eso”, añadió Dvash.
La miel cultivada de Bee-io también está libre de peligros potenciales si una abeja recoge néctar de una planta venenosa. “Es por eso que los niños menores de un año no pueden comer miel. Nuestro producto puede ser consumida por cualquiera”, resaltó.
Precios más bajos
La máquina productora de Bee-io está aún en la fase de diseño, pero eventualmente la compañía planea construir instalaciones en EEUU primero y más tarde en otros países para producir grandes cantidades de diferentes variedades.
Esas mieles cultivadas costarían menos que sus contrapartes hechas por abejas, incluidos tipos exóticos como la miel de manzanilla, café o manuka, que cuesta hasta 3.300 shekels (unos mil dólares) el kilo.
Bee-io introducirá su miel en el mercado a través de un modelo de “empresa a empresa” (B2B) en el que suministrará materia prima limpia que los fabricantes de alimentos pueden utilizar en sus propios productos, y con un modelo B2C donde Bee-io crea sus propias marcas para que los clientes compren de forma directa.
Dvash explicó que espera que las ventas comerciales comiencen en 2023 después de superar los obstáculos regulatorios.