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El más conocido de los índices climáticos, el ENSO, está evolucionando tímidamente a La Niña.

Durante los últimos 4 meses, las diferentes previsiones sobre la evolución de las condiciones ENSO han ido variando de una situación La Niña de moderada a leve intensidad, a una situación La Niña débil o incluso, de neutralidad (lo que significa que puede no formarse), de acuerdo a la publicación de Meteored.

En estas zonas del Pacífico tropical, se hace el seguimiento de la temperatura de la superficie del mar (SST). La SST en la región Niño3.4, (120˚W a 170˚W ), se promedia durante un período de 3 meses para, formar el Índice Niño Oceánico oficial de la NOAA (el ONI).

Además, la fecha de inicio de la fase fría del ENSO se ha ido modificando, marcando condiciones La Niña cada vez más tarde y con menor duración. Esto se debe a que el enfriamiento de las temperaturas de superficie del océano (SST, por sus siglas en inglés), ha sido más lento de lo esperado.

En el pronóstico de agosto del Instituto IRI de la Columbia University, la SST del Océano Pacífico ecuatorial apenas se encuentra por debajo del umbral de -0.5 ºC como para dar lugar a un evento La Niña de débil intensidad y corta duración.

Pese a que las demás condiciones que se consideran para este indicador, permanecen relativamente favorables para el desarrollo de un evento La Niña a partir del mes de octubre, más de la mitad de los modelos analizados por el BoM, el servicio meteorológico australiano,concluyen que la situación del ENSO será neutral.

El Pronóstico del BoM de Australia, indica que 3 de los 7 modelos sugieren la baja chance de La Niña (por debajo de -0,8 °C) a partir de octubre, y un cuarto alcanza brevemente el umbral; los 3 modelos restantes sugieren que es probable que las TSM se mantengan en valores neutrales de ENSO.

Dentro de la incertidumbre, hay un cierto consenso entre los principales pronósticos globales: el IRI de la Universidad de Columbia, el del BoM, el del ECMWF, UKMet y otros que se toman como referencia, en una baja chance de un evento La Niña de débil intensidad y corta duración (finalizando en diciembre o enero), o incluso de que no se llegue a formar.

La Niña «débil» de 2017 y la peor sequía en 44 años

Desde junio de 2017, los pronósticos indicaban la chance alta de un evento La Niña de débil intensidad para la primavera, y que finalmente se declaró en octubre. Las previsiones iniciales, no indicaban un déficit de precipitaciones tan importante como el que finalmente se registró. Ese evento La Niña, fue responsable de la peor sequía en 44 años en Argentina, uno de los 10 mayores desastres hidrometeorológicos a nivel global. En esa ocasión, sucedió que La Niña se dio en coincidencia con la fase fría del Dipolo del Océano Índico (IOD), otro de los patrones climáticos globales.

Impacto en Argentina

En estos meses, la confiabilidad de los pronósticos ENSO es la mayor. Sin embargo, aún hay incertidumbre sobre si efectivamente se formará un evento La Niña de débil intensidad a partir del mes de octubre o continuará la neutralidad. Afortunadamente no habrá otros factores que potencien la inhibición de precipitaciones en el este de Argentina.

Y en cuanto al riesgo de heladas, hay que prestarle especial atención: en años La Niña, el riesgo de heladas tardías suele estirarse hasta 20 días después de la fecha habitual de la última helada, especialmente en el centro este del país.