Las abejas y el sector apícola, en tiempos difíciles

Los apicultores practican la trashumancia de las colmenas en busca de nuevas floraciones y por las altas temperaturas y las especies invasoras, principales enemigos de las abejas.

España es uno de los países con mayor número de colmenas de abejas. En total, en el territorio cuentan con el 16 % de las colmenas europeas. La producción de miel, cera y polen, genera unos 62 millones de euros anuales. Sin embargo, el clima extremo, los incendios y otras especies invasoras acechan la supervivencia de las abejas.

Trashumancia de temporada

La trashumancia se realiza normalmente para buscar nuevas flores que libar, pero últimamente también para refugiarse del calor extremo. Tomás Torralba cuenta que cada año se pierden varias colmenas porque mueren como consecuencia de las altas temperaturas. Y que cada vez más a menudo, se les tiene que facilitar agua para que pasen lo mejor posible las canículas que en Córdoba pueden llegar a superar los 45ºC durante semanas. 

Cada colmena pesa una media de 35 kilos en función de la miel acumulada dentro, y nos avisan: este año hay menos miel. Antiguamente llegaban a pesar 50 o 60 kilos. Cargan y descargan a mano por lo que el trabajo es extenuante.

En este caso, el objetivo de la trashumancia es conseguir miel. Y, a la vez, los agricultores de los campos en flor se benefician de la polinización de las abejas. Pero también, a veces, las trasladan “a demanda”. Porque hay cultivos, como los almendros, de donde no se saca miel, sin embargo, ayudan a polinizar. 

En la actualidad, el mayor problema al que tienen que hacer frente, además del calor extremo y la falta de agua, es la plaga de varroa, un pequeño ácaro que parasita las abejas, debilitando su sistema inmunológico y transmitiéndoles virus que acaban con ellas. Cuando un ácaro entra en la colmena prendido del cuerpo de una obrera, poco a poco, todas van cayendo. Pero no son estas las dos únicas amenazas: en el Norte de España la avispa asiática (vespa velutina) hace peligrar las colonias de abejas lo mismo que en el Sur, el avispón oriental (vespa orientalis).

Miel del Este, miel del Oeste

La factura de la miel no es barata. Los costes de toda la cadena de producción han subido: desde el gasoil que deben utilizar los apicultores para transportar sus colmenas de acá para allá, hasta el precio de los tarros que se utilizan para envasar. Por no hablar de la luz, del agua, o de la reposición de enjambres perdidos por las condiciones climáticas. 

Por otro lado, en el mercado entran con fuerza mieles de producción extranjera, sobre todo de China (supone el 57% de toda la miel importada).

El sector sufre una “competencia desleal” que les está ahogando. En sus instalaciones, todavía guardan miel de la campaña anterior a la que no han conseguido dar salida debido a los bajos precios del mercado. Además, se sospecha de malas prácticas, mediante las cuales se mezclan mieles procedentes de países extracomunitarios que filtran para dejar sin polen (una práctica ilegal, ya que el polen es lo que sirve para establecer la procedencia última del producto) para posteriormente mezclarlas con mieles nacionales que sí tienen polen propio de aquí.

Por ello piden que en el etiquetado se clarifique del todo el origen de cada una. No están en contra de las mieles de importación, pero piden jugar con las mismas cartas. También hay fraude cuando se mezclan otros tipos de siropes o jarabes que no son miel.

Aquí las quieren, aquí no las quieren

Pero en Valencia además sufren otro problema relacionado con la polinización de las abejas. En la huerta valenciana dominada por los cítricos, hay un tipo de mandarina que se ha extendido mucho. Se trata de una mandarina híbrida que no necesita de la actuación de insectos polinizadores para desarrollarse. De hecho, los cultivos de mandarina híbrida están en el origen de una ley autonómica que prohíbe a los apicultores poder situar sus colmenas cerca de los campos donde se cultive esta especialidad.

 El motivo: aseguran que las abejas están en el origen de la pinyolá, que es la polinización cruzada de dichas mandarinas, que acaba por producir más pepitas en el fruto. Pepitas que a su vez inciden negativamente en el precio final de la fruta.

Pero si tenemos en cuenta que en Valencia hay campos de mandarina híbrida a doquier, y que existen otros cultivos como los de aguacate que sí requieren del trabajo polinizador de las abejas, la situación para los apicultores es contradictoria y, en muchas ocasiones reconocen buscar espacios para sus colmenas contraviniendo la ley.

La cera, mejor pura de abeja

Otro producto que sale directamente de las colmenas es la cera. Y si de algo saben los maestros apicultores expertos en conseguir cera, es de reciclaje. Porque hacen los panales nuevos reciclando los que han sido utilizados. Una vez vaciados de miel, los panales vacíos se derriten en la caldera, se filtran en los capachos, y de la cera resultante, filtrada y libre de impurezas, se crean, en moldes, nuevas láminas de cera que serán el origen de nuevos panales.

El truco para que las nuevas láminas destinadas a crear nuevos panales generen mejores resultados. Se tienen que hacer sin añadir ningún tipo de parafina. Sólo cera, y nada más que cera. Así, las abejas trabajan mejor calentando las celdillas y estirándolas rápidamente, acortando los tiempos para la producción de miel.

Cuidar de las abejas es preservar el futuro

Pese a todos los peligros, parece que, al menos, la pervivencia de la especie apis mellifera, especializada en la producción de miel, está asegurada. Algo que, según la bióloga y bioquímica Paola Vecino, tiene mucho de positivo, porque continúa contribuyendo a la pervivencia del ecosistema.

Pero también añade que antes de introducir nuevas colonias, debiera estudiarse bien el territorio, y el resto de especies de abejas con las que deben compartir espacio, puesto que si no se hace así, la abeja productora de miel podría acabar desplazando a las otras especies que también tienen una gran importancia como polinizadores. Y es que, recuerda, sólo en España, existen cerca de 1.000 especies de abejas distintas.

Consultar
1
¿Querés contratar publicidad?
Hola, si querés contratar publicidad estamos para asesorarte.