La producción apícola española en crisis

La apicultura española está en crisis. En los últimos cuatro años la producción ha caído un 21%, hasta las 27.000 toneladas anuales, y mientras esto ocurría las importaciones no han dejado de acrecentarse, un 19% a lo largo de 2024, hasta situarse en las 29.000 toneladas, según datos del Ministerio de Agricultura. No es un problema menor, pues España es el país con mayor número de colmenas de la Unión Europea, con 2,8 millones (un 14% del total de la Unión), aunque en continuo descenso; en las últimas tres campañas, un 9%.
Entre las causas de todo esto están la sequía que azotó a España en los años 2023 y 2024, Varroa, la invasión de la Vespa velutina y la Vespa orientalis y por último, pero no menos importante, la importación de productos extracomunitarios que el sector asegura que compiten en desigualdad de condiciones.
Lo demás son problemas de difícil resolución, en cierto modo estructurales, pero lo que consideran el fraude masivo e irresoluto con las importaciones, es lo que tiene al sector en pie de guerra.
El sector, además de los problemas por las importaciones y el fraude, sufre el uso generalizado de insecticidas y pesticidas con sus efectos sobre la mortalidad de las abejas, enfermedades como la varroa y diferentes hongos, la contaminación ambiental por los campos magnéticos que desorientan a las abejas, el cambio climático con más sequías y la existencia de especies invasoras.
Las protestas por la política de “puertas abiertas” de la Comisión Europea, especialmente en lo que tiene que ver con tratado de libre comercio UE-Mercosur y Marruecos, son una constante en el último tiempo ya que en el caso de la apicultura la balanza comercial tiene saldo negativo, a lo que hay que agregar el fraude generalizado con las importaciones, aducen.
Ventas «paralizadas»
Estas importaciones -en buena medida fraudulentas, como se ha visto-, han llevado a una situación que UPA califica de «parálisis«, con precios hundidos muy por debajo de los costes de producción. Según explica un portavoz de esa organización agraria a ABC, en España producir un kilogramo de miel cuesta entre tres y cuatro euros -en origen-, y el producto extracomunitario entra a una media de alrededor de 1,76 euros/kg.
Según Pedro Loscertaies, de la organización agraria COAG, el problema del fraude es especialmente acuciante en las mieles llamadas ‘milflores’, que representan un 60% del total de la producción y son las que se encuentran habitualmente en los estantes de los supermercados. En este segmento, la entrada de producto mezclado ha hecho que los precios se hayan desplomado en los últimos cuatro años, hasta el punto de que la industria y la distribución han dejado de comprar miel milflores a productores españoles. Lo mismo aseguran desde Asaja, la organización mayoritaria del sector agrícola.
Que la producción local esté en entredicho es un problema, no solo en su vertiente económica, también por las consecuencias medioambientales que se pueden derivar de todo ello, pues no hay que olvidar la polinización de los cultivos y el medio natural es fundamental para el mantenimiento de la biodiversidad.

Los apicultores se manifestaron contra las importaciones masivas de miel falsa
Varios cientos de apicultores convocados por COAG, ante la sede de la Comisión Europea en Madrid se hicieron presente para reclamar por las importaciones masivas de miel, en muchos casos fraudulentas, que afectan a la rentabilidad y a la propia viabilidad de la actividad que se lleva a cabo en una buena parte de la España despoblada. Reclaman la falta de compromiso ante este problema de todas las Administraciones y mayores controles en beneficio de los apicultores y de los consumidores. Con el mismo fin se han convocado movilizaciones de apicultores en Francia y Portugal.
También reclaman el cumplimiento de las exigencias sobre el etiquetado, de forma que se indique, como es obligatorio, el país o los países de origen de la miel, el porcentaje de cada uno, el tipo de miel e, igualmente, su porcentaje.
En su mayor parte, las mieles proceden de Argentina, Portugal, Ucrania y China. Upa denuncia el incremento en un 30% de las importaciones de China, del 84% desde Ucrania y del 24% desde Portugal.
En España, el precio medio se sitúa en unos cuatro euros kilo, justos para hacer frente a los costes, frente a unas mieles de importación en el entorno de los dos euros kilo, lo que afecta a la comercialización de las mieles nacionales a pesar de su mayor calidad.
Los apicultores se manifestaron frente a las sedes de la UE en Madrid, Lisboa y París contra la llegada de producto edulcorado, que es un 47% del total según datos de la Comisión Europea